jueves, 16 de mayo de 2013

Sopa de Fresas (postre)


La sopa de fresas es un postre, en contra de lo que pueda parecer, al menos en esta ocasión. No voy a entrar en otro tipo de platos salados como la sopa de fresas con tomate, deliciosa por cierto, o la que hacen en Polonia a base de remolacha, si no recuerdo mal claro.
La que hoy toca es de origen francés concretamente de Aquitania, una región rica en este fruto rojo y dulce.

Confieso que no soy muy amigo de las fresas, aunque este postre sorprende por su delicioso sabor.

Dejémonos de preámbulos y vamos con lo que toca:

Ingredientes: (para unas cuatro raciones)
Tiempo: 30 minutos (más el tiempo de maceración)
Dificultad: fácil.

500 gramos de fresas.
55-60 gramos de azúcar, al gusto.
Una vaina de vainilla.
Jengibre, el tamaño de una nuez.
El zumo de un limón grande.
10 bolitas de pimienta rosa.
10-12 galletas.
60 gramos de manteguilla.
Helado de vainilla, o cualquier otro que os guste.

En primer lugar limpiamos y lavamos bien las fresas, luego las cortamos al gusto, introduciéndolas en un bol. Sacamos la pulpa de una vaina de vainilla y la mezclamos con las fresas troceadas, luego el jengibre pelado y cortado en dos partes, el zumo de limón, el azúcar y por último en una bolsita de infusión vacía (por ejemplo) introducimos la pimienta para evitar que se desperdigue.
Lo dejamos macerando en el frigorífico durante dos horas y media aproximadamente.

Mientras, troceamos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida, esto nos servirá para ponerlo como base en el recipiente donde vayamos a servir el postre, por ejemplo unos pequeños boles.

Después de su estancia en el frigorífico, le quitamos el jengibre, la bolsita con la pimienta y las vainas de vainilla. Disponemos una sartén a fuego medio y volcamos las fresas, de este modo conseguimos que todo se disuelva, el azúcar, la pulpa de vainilla y el zumo de limón y se intensifique el sabor de las fresas.
El tiempo que debemos tener las fresas al fuego es de un par de minutos aproximadamente, sin que llegue a hervir, para evitar deshacer las fresas.
Repartimos las fresas en los bol donde habíamos dispuesto las galletas y servimos con una o dos bolas del helado que más os guste. En mi caso los he hecho con helado de vainilla, pero podéis hacerlos con chocolate, nata o por ejemplo helado de yoghurt.

Al servir el postre caliente, el helado se va derritiendo poco a poco, de tal modo que forma una “sopa” dulce y deliciosa, veréis que el contraste de calor y frío puede resultar de lo más excitante. Os aseguro que os gustará.

¡Que lo disfrutéis!

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